ORBANEJA DEL CASTILLO

Para obligada por el pueblo más bonito de Burgos, Orbaneja del Castillo. En dos ocasiones hacemos parada por este bonito pueblo, tiene rincones preciosos, las pozas son de un color verde turquesa, para rematar la visita se come de vicio.

Salto de agua de Orbaneja del Castillo

Pueblo medieval, con una preciosa cascada que  atraviesa el pueblo en forma de escalera de unos 25 metros de altura y el imponente cañón del río Ebro. 

La villa está considerada como Conjunto Histórico desde el año 1993.

Pueblo medieval con rincones preciosos

Pueblo pequeño, colgado entre rocas calizas erosionadas por el viento y  el agua (lo que los geólogos llaman una zona kárstica) en la que proliferan las cuevas y grutas.

Mirador de los buitres con un gran forat con vistas al cielo 

Las aguas subterráneas tienen su salida natural por la Cueva del Agua, en cuyo interior el agua ha disuelto la roca calcárea, que sale y se deposita sobre los musgos del lecho del riachuelo y forma una corteza calcárea blanquecina. Gracias a todo ello, en Orbaneja se crea un microclima en el que viven felices animales como la trucha, el martín pescador y la garza real.

Nacimiento de las aguas subterráneas 

Cascada de Orbaneja del Castillo

Saltos de agua

Pozas de color azul turquesa, miradores y, todo esto, ante la atenta mirada del gran cañón del río Ebro. 

Siguiendo el curso del río, justo después de la cascada y antes de morir en el Ebro, nos encontramos con otra maravillosa sorpresa. El agua ha creado numerosas pozas de un color azul turquesa súper intenso. El baño es muy tentador pero está estrictamente prohibido. 

Pozas muy apetecible ( prohibido el baño)

Pequeños Saltos

El agua está súper limpia y transparente

Nos adentramos en el pueblo y a su nacimiento del río, hasta Llegar a la Cueva del Agua, punto exacto donde brota la surgencia y divide el pueblo en dos mitades diferenciadas, no supone ningún esfuerzo. De hecho, la cavidad es perfectamente visible desde la plaza principal. Estamos ante el final del complejo kárstico de Orbaneja.

Siempre habrán corazones esperándome jejeje